viernes, 21 de febrero de 2014

"El corazón tiene cerebro"


Que el corazón tiene cerebro es una metáfora, ¿no?


No. Se ha descubierto que el corazón contiene un sistema 

nervioso independiente y bien desarrollado con más de 

40.000 neuronas y una compleja y tupida red de 

neurotransmisores, proteínas y células de apoyo.



¿Es inteligente?



Gracias a esos circuitos tan elaborados, parece que el 

corazón puede tomar decisiones y pasar a la acción 

independientemente del cerebro; y que puede apre

nder, recordar e incluso percibir. Existen cuatro tipos de

conexiones que parten del corazón y van hacia el cerebro

de la cabeza.



Primera.

..
La comunicación neurológica mediante la transmisión de

impulsos nerviosos. El corazón envía más información al 

cerebro de la que recibe, es el único órgano del cuerpo con

esa propiedad, y puede inhibir o activar determinadas 

partes del cerebro según las circunstancias.



¿Significa eso que el corazón puede influir en nuestra

 manera de pensar?


Puede influir en nuestra percepción de la realidad y por

tanto en nuestras reacciones.



Segunda conexión.

..
La información bioquímica mediante hormonas y

neurotransmisores. Es el corazón el que produce la

hormona ANF, la que asegura el equilibrio general del 

cuerpo: la homeostasis. Uno de sus efectos es inhibir la

producción de la hormona del estrés y producir y liberar 

oxitocina, la que se conoce como hormona del amor.




Tercera..


La comunicación biofísica mediante ondas de presión.

Parece ser que a través del ritmo cardiaco y sus 

variaciones el corazón envía mensajes al cerebro y al resto 

del cuerpo.



Cuarta..

.
La comunicación energética: el campo electromagnético del

corazón es el más potente de todos los órganos del 

cuerpo, 5.000 veces más intenso que el del cerebro. Y se ha

observado que cambia en función del estado emocional. 

Cuando tenemos miedo, frustración o estrés se vuelve 

caótico.




¿Y se ordena con las emociones positivas?



Sí. Y sabemos que el campo magnético del corazón se 

extiende alrededor del cuerpo entre dos y cuatro metros, es

 decir, que todos los que nos rodean reciben la información

 energética contenida en nuestro corazón.



¿A qué conclusiones nos llevan estos descubrimientos?


El circuito del cerebro del corazón es el primero en tratar la

información que después pasa por el cerebro de la cabeza.

¿ No será este nuevo circuito un paso más en la evolución

 humana?



¿...?


Hay dos clases de variación de la frecuencia cardiaca: una 

es armoniosa, de ondas amplias y regulares, y toma esa

forma cuando la persona tiene emociones y pensamientos 

positivos, elevados y generosos. La otra es desordenada, 

con ondas incoherentes.



¿Aparece con las emociones negativas?


Sí, con el miedo, la ira o la desconfianza. Pero hay más: las

 ondas cerebrales se sincronizan con estas variaciones del

 ritmo cardiaco; es decir, que el corazón arrastra a la 

cabeza. La conclusión es que el amor del corazón no es 

una emoción, es un estado de conciencia inteligente.

...
Ya ve, el cerebro del corazón activa en el cerebro de la 

cabeza centros superiores de percepción completamen

te nuevos que interpretan la realidad sin apoyarse en

 experiencias pasadas. Este nuevo circuito no pasa por las 

viejas memorias, su conocimiento es inmediato, instantáneo,

 y por ello, tiene una percepción exacta de la realidad.




Parece ciencia ficción.


Está demostrado que c
uando el ser humano utiliza el

 cerebro del corazón crea un estado de coherencia 

biológico, todo se armoniza y funciona correctamente, es 

una inteligencia superior que se activa a través de las 

emociones positivas.




Pues parece que nadie lo utilice.

..
Es un potencial no activado, pero empieza a estar accesible

 para un gran número de personas.




¿Y cómo puedo activar ese circuito?


Cultivando las cualidades del corazón: la apertura hacia el

 prójimo, el escuchar, la paciencia, la cooperación, la 

aceptación de las diferencias, el coraje...





¿Santos las 24 horas?


Es la práctica de pensamientos y emociones positivas. En 

esencia, liberarse del espíritu de separación y de los tres

 mecanismos primarios: el miedo, el deseo y el ansia de

dominio, mecanismos que están anclados profundamente 

en el ser humano porque nos han servido para sobrevivir 

millones de años.



¿Y cómo nos libramos de ellos?


Tomando la posición de testigos, observando nuestros 

pensamientos y emociones sin juzgarlos, y escogiendo las

 emociones que nos pueden hacer sentir bien. Debemos 

aprender a confiar en la intuición y reconocer que el 

verdadero origen de nuestras reacciones emocionales no 

está en lo que ocurre en el exterior, sino en nuestro interior.



Ya.


Cul
tive el silencio, contacte con la naturaleza, viva periodos

de soledad, medite, contemple, cuide su entorno vibratorio,

trabaje en grupo, viva con sencillez. Y pregunte a su 

corazón cuando no sepa qué hacer.


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