miércoles, 10 de mayo de 2017

“Conversaciones con Dios III”. Neale D.Walsch.

Neale Donald Walsch

– ¿Y qué es eso? Dime, ¿qué es “mejor” para Dios? Esto debe ser interesante…

Lo que es mejor para Mí es darte lo que decidas que es mejor para ti, porque lo que estoy tratando de ser es Yo mismo, expresado y lo estoy siendo a través de ti. ¿Estás comprendiendo esto?

– Sí, lo creas o no, en realidad lo comprendo.

Bien. Ahora te diré algo que quizá se te dificulte creer. Siempre te doy lo que es mejor para ti… aunque admito que no siempre lo sabes. Este misterio aclara un poco que has empezado a comprender lo que me propongo.

Soy Dios. Soy la Diosa. Soy el ser Supremo. El Todopoderoso. El Principio y el Fin, Alfa y Omega. Soy la Suma y la Substancia. La Pregunta y la Respuesta. Lo Superior y lo Inferior. La Izquierda y la Derecha. El Aquí y el Ahora. El Antes y el Después.

Soy la Luz y soy la Oscuridad que crea la Luz y la hace posible. Soy la Bondad sin fin y la “Maldad” que hace buena la “Bondad”. Soy todas estas cosas, el Todo de Todo y no puedo experimentar alguna parte de Mi Ser sin experimentar Todo Mi Ser.

Y esto es lo que no comprendes acerca de Mí. Deseas hacerme uno y no el otro. Lo alto y no lo bajo. El bien y no el mal. No obstante, al negar la mitad de Mí, niegas la mitad de tu Yo y al hacerlo, nunca puedes ser Quién Eres Realmente.

Soy el Todo Magnífico y lo que intento es conocerme experimentalmente. Hago esto a través de ti y a través de todo lo que existe. Estoy experimentando Mi Yo como magnífico mediante las elecciones que hago, puesto que cada elección es autocreativa. Cada elección es definitiva. Cada elección me representa. Esto es, representa a Mí y a Quién Yo Elijo Ser Ahora.

Sin embargo, no puedes elegir ser magnífico, a no ser que haya algo de lo cual elegir. Alguna parte de Mí debe ser menos que magnífica para que Yo elija la parte de Mí que es magnífica. Lo mismo sucede contigo. Soy Dios, en el acto de crear Mi Yo. Tú también lo eres.

Esto es lo que tu alma anhela hacer. Esto es lo que ansía tu espíritu.

Si evitara que tuvieras lo que eliges, evitaría que Mi Yo tuviera lo que Yo elijo. Mi mayor deseo es experimentar Mi Yo como lo Que Soy. Como lo expliqué cuidadosa y esmeradamente en el libro 1, sólo puedo hacer lo que está en el espacio de lo Que No Soy.

Por este motivo, creé cuidadosamente lo Que No Soy, para poder experimentar lo Que Yo Soy. Sin embargo, soy todo lo que creo; por lo tanto, Yo Soy, en un sentido, lo Que Yo No Soy.

– ¿Cómo alguien puede ser lo que no es?

Fácil. Lo haces todo el tiempo. Sólo observa tu comportamiento. Trata de comprender esto. No hay nada que Yo no sea. Por lo mismo, Yo Soy lo que Yo Soy y Yo Soy Lo Que Yo No Soy.

– Esto es dicotomía divina. 

Éste es el Misterio Divino que, hasta ahora, sólo las mentes más sublimes pueden comprender. Aquí te lo revelo de una manera en la que más personas puedan comprenderlo.

Éste era el mensaje del Libro 1 y debes comprender esta verdad básica, debes conocerla profundamente, si deseas entender y conocer las verdades incluso más sublimes que presentaré aquí, en el Libro 3.

Ahora, permite que mencione una de estas verdades más sublimes, ya que contiene la respuesta a la segunda parte de tu pregunta.

– Esperaba que regresáramos a esa parte de mi pregunta. ¿Cómo es que la madre ama al niño, si dice o hace lo que es mejor para el hijo, incluso si tiene que contrariar la propia voluntad del niño para hacerlo? ¿O acaso la madre demuestra el amor más verdadero al permitir que el niño juegue en el tráfico?

Ésta es una pregunta maravillosa. Es la pregunta que formulan todos los padres, en una u otra forma, desde que empezó la paternidad. La respuesta es la misma para ti como padre, que para Mí como Dios.

– Entonces, ¿cuál es la respuesta?.


Paciencia hijo Mío, paciencia. “Todas las cosas buenas llegan a aquellos que esperan”. ¿Nunca has oído eso?.

– Sí, mi padre solía decirlo y yo lo odiaba.

Sí, puedo comprender eso. Sin embargo, debes tener paciencia contigo mismo, en especial, si lo que eliges no te proporciona lo que piensas que deseas. La respuesta a la segunda parte de tu pregunta, por ejemplo.

Dijiste que quieres la respuesta, pero no la eliges. Sabes que no la estás eligiendo, porque no experimentas tenerla. En verdad, tienes la respuesta y la has tenido todo el tiempo. Sencillamente, no la estás eligiendo. Eliges creer que no conoces la respuesta, por lo tanto, no la conoces.

– Sí, ya hablaste también sobre esto en el Libro 1. Tengo todo lo que elijo tener en este momento, incluyendo la comprensión total de Dios; no obstante, no experimentaré tenerla, hasta que sepa que la tengo.

¡Precisamente! Lo expresaste a la perfección.

– ¿Cómo puedo saber que lo tengo, hasta experimentar que lo tengo? ¿Cómo puedo saber algo que no he experimentado? ¿Acaso no dijo una gran mente, “Todo saber es experiencia”?

Estaba en un error. Saber no sigue a la experiencia, sino que la precede. En esto, la mitad del mundo entiende lo contrario.

– Entonces, quieres decir que tengo la respuesta a la segunda parte de mi pregunta, ¿sólo que no sé que la tengo?

Exactamente.

– Sin embargo, no sé que la tengo, entonces, no la tengo.

Sí, ésa es la paradoja.

– No la tengo… excepto que lo sepa.

Así es.

– Entonces, ¿cómo puedo llegar a esta situación de “saber que sé” algo, si no “sé que lo sé”?

Para “saber que sabes, actúa como si supieras”.

– Mencionaste también algo acerca de eso en el Libro 1.

Sí. Un buen punto para comenzar aquí sería recapitular lo que se habló en la enseñanza previa. “Sucede” que formulas las preguntas correctas, permitiéndome resumir en pocas palabras, al principio de este libro, la información que discutimos con cierto detalle en el material anterior.
Ahora, en el Libro 1, hablamos acerca del paradigma Ser – Hacer – Tener y cómo lo han invertido casi todas las personas.

Casi toda la gente cree que si “tiene” alguna cosa (más tiempo, dinero, amor o lo que sea), puede finalmente “hacer” algo (escribir un libro, tener un pasatiempo, ir de vacaciones, comprar una casa, iniciar una relación), lo que le permitirá “ser” algo (feliz, pacífico, contento o estar enamorado).
En realidad, están revirtiendo el paradigma Ser – Hacer – Tener.

En el universo como es en realidad (opuesto a como tú piensas que es), “el tener” no produce “ser”, sino todo lo contrario. Primero eres ese algo llamado “feliz” – o “conocedor” o “sabio” o “compasivo” o cualquier otra cosa-, luego empiezas a “hacer” las cosas desde este punto de ser y pronto descubres que lo que estás haciendo termina proporcionándote las cosas que siempre deseaste “tener”.

La manera de poner en movimiento este proceso creativo -y eso es lo que es… el proceso de la creación- es saber lo que deseas “tener”, preguntarte lo que piensas que “serías” si “tuvieras” eso y, enseguida, ir directamente a ser.

De esta manera, inviertes la forma en que has utilizado el paradigma Ser – Hacer – Tener en realidad, lo estableces correctamente y trabajas con la fuerza creativa del universo, en lugar de contra ella.
Ésta es una forma resumida de expresar este principio:

En la vida, no tienes que hacer nada, todo es cuestión de lo que estás siendo.

Éste es uno de los tres mensajes que mencionaré de nuevo al final de nuestro diálogo. Cerraré el libro con él.

Por el momento y para ilustrar esto, piensa en una persona que sepa que si sólo pudiera tener un poco más de tiempo, un poco más de dinero o un poco más de amor, sería en verdad feliz.

– No capta el vínculo entre “no ser muy feliz” en este momento y no tener el tiempo, dinero o amor que desea.

Eso es correcto. Por otra parte, la persona que esta “siendo” feliz parece tener tiempo para hacer todo lo que es realmente importante, todo el dinero necesario y suficiente amor para que dure toda la vida.

– ¡Descubre que tiene todo lo que necesita para “ser feliz”… ¡“siendo feliz”!

Exactamente. Decidir con anticipación lo que eliges ser produce eso en tu experiencia.

– “Ser o no ser. Ese es el dilema”.

Precisamente. La felicidad es un estado mental. Al igual que todos los estados mentales, se reproduce en forma física. Hay una frase para un imán de refrigerador: “Todos los estados mentales se reproducen a sí mismos”.

– ¿Cómo puedes “ser” feliz, para empezar, o “ser” cualquier cosa que intentes ser (más próspero, por ejemplo, o más amado), si no tienes lo que piensas que necesitas para “ser” eso?

Actúa como si lo tuvieras y atraerás la felicidad hacia ti. Lo que actúas como si lo fueras, en eso te conviertes.

– En otras palabras, “Fíngelo, hasta que lo logres”.

Sí, algo parecido. Sólo que en realidad no puedes estar “fingiendo”, tus acciones tienen que ser sinceras.

Todo lo que hagas, hazlo con sinceridad o se perderá el beneficio de la acción.
Esto no es porque no “te recompensaré”. Dios no “recompensa” ni “castiga”, como sabes. La Ley Natural requiere que el cuerpo, la mente y el espíritu estén unidos en pensamiento, palabra y acción, para que el proceso de creación funcione.

No puedes engañar a tu mente. Si no eres sincero, tu mente lo sabe y así es. Terminaste con cualquier posibilidad de que tu mente pueda ayudarte en el proceso creativo.

Por supuesto, puedes crear sin tu mente, sólo que resulta mucho más difícil. Puedes pedirle a tu cuerpo que haga algo que tu mente no cree y, si tu cuerpo lo hace durante bastante tiempo, tu mente empezará a olvidar su primer pensamiento acerca de esto y creará un Pensamiento Nuevo. Una vez que tengas un Pensamiento Nuevo respecto a algo, estas en camino de crearlo como un aspecto permanente de tu ser, en lugar de algo que sólo actúas.

Esto es hacer las cosas de la manera más difícil e incluso en tales casos, la acción debe ser sincera. A diferencia de lo que puedes hacer con las personas, no puedes manipular el universo.
Aquí tenemos un equilibrio muy delicado. El cuerpo hace algo en lo que la mente no cree; sin embargo, la mente sólo agrega el ingrediente de la sinceridad a la acción del cuerpo para que esto funcione.

– ¿Cómo puede la mente agregar sinceridad, cuando no “cree” en lo que está haciendo el cuerpo?

Retirando el elemento egoísta del beneficio personal.

– ¿Cómo?

La mente quizá no pueda aceptar con sinceridad que las acciones del cuerpo pueden proporcionarte lo que eliges; no obstante, la mente sabe claramente que Dios proporcionará cosas buenas a otra persona a través de ti. Por lo tanto, lo que elijas para ti, dalo a otra persona.

– ¿Podrías repetir eso, por favor?.

Por supuesto.

Lo que elijas para ti, dalo a otra persona. Si eliges ser feliz, haz que otra persona sea feliz. Si eliges ser próspero, haz que otra persona sea próspera. Si eliges más amor en tu vida, haz que los demás tengan más amor en la suya. Haz esto con sinceridad (no porque busques un beneficio personal, sino porque en realidad desees que la otra persona tenga eso) y todas las cosas que des vendrán a ti.

– ¿Cómo es eso? ¿Cómo funciona eso?

El sólo acto de que tú des algo hace que sientas que lo tienes para darlo. Puesto que no puedes dar a otra persona algo que no tienes ahora, tu mente llega a una nueva conclusión, un Pensamiento Nuevo, acerca de ti (esto es, que debes tener esto o no podrías darlo). Este Pensamiento Nuevo se convierte en tu experiencia. Empiezas a “ser” eso. Una vez que empiezas a “ser” algo, pones en marcha la máquina de creación más poderosa en el universo, tu Yo Divino. Lo que estás siendo, lo estás creando.

El círculo es completo y crearás más y más de eso en tu vida. Se manifestará en tu experiencia física. Éste es el mayor secreto de la vida. El Libro 1 y el Libro 2 se escribieron para decirte esto. Todo está allí, con mucho más detalle.


Neale D.Walsch.
Extracto del libro “Conversaciones con Dios III”.

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