sábado, 3 de septiembre de 2016

APRENDE A HABLARLE AL UNIVERSO PARA QUE COMPRENDA TU PEDIDO


APLICANDO LA LEY DE LA ATRACCIÓN, APRENDE A HABLARLE AL UNIVERSO PARA QUE COMPRENDA TU PEDIDO

La manera en que te comunicas con el Universo es demasiado importante para poder sentirte a gusto en tu vida. De la misma manera en que te comunicas contigo mismo y con las demás personas, la comunicación con el Universo es vital para disfrutar de armonía, paz y plenitud en tu existencia.
Cuando no nos comunicamos con fraternidad con otras personas se generan conflictos, mal entendidos, discusiones, peleas y guerras. Cuando no nos comunicamos amorosamente con el Universo este no se siente ofendido ni nada de eso, simplemente no logra comprender lo que estamos tratando de decirle. Muchas veces te responde entregándote lo mismo de siempre o lo contrario a tu pedido.

Esta es una de las grandes razones de por qué no nos funciona la Ley de la atracción cuando pedimos algo que queremos manifestar en nuestra vida. Comúnmente no expresamos nuestra intención en un idioma comprensible para Universo.

La forma en que nos comunicamos se encuentra en pleno desarrollo y perfección. Aún tenemos mucha influencia del ego y seguiremos con esta influencia hasta que demos paso al amor incondicional. Y cuando digo expresar, no solo me refiero en términos de palabras, sino que a la expresión completa que incluye las intenciones, las emociones y los sentimientos que se encuentran envolviendo nuestras palabras.

Cuando nos encontramos con otra persona puede que le digamos “que bueno verte” sin que eso sea verdad en nuestro interior. Si esa persona es sensible e intuitiva podrá darse cuenta de que estamos fingiendo, pero si no lo es, creerá que realmente nos alegramos de verla. Sin embargo el Universo es muy sensitivo y tiene la capacidad de leer siempre lo que hay detrás de nuestras palabras. Nunca es posible engañarlo. Necesitamos ser completamente coherentes para que el Universo nos escuche y comprenda claramente.

Todos pedimos cosas al Universo, pedimos trabajo, pedimos salud, una buena pareja y muchas cosas más y la mayoría de las veces sentimos que el Universo no nos escucha. En algunas ocasiones tenemos largas listas de pedidos o pedidos muy antiguos que parecen estar olvidados esperando que algún día se produzca el milagro de ser concedidos.

Quizá nunca te hayas puesto a pensar en esto, quizá no te has dado cuenta de que tus pedidos están siendo analizados y mas allá de lo que a simple vista pueden serlo. Recuerda que todos los pedidos son escuchados y concedidos, y si aún no llega lo que tú has pedido, puede ser porque no estás siendo coherente entre tus palabras y tus intenciones o porque tus sentimientos no están acorde a él.
En realidad, tu pedido no tiene que ser un pedido. Más bien se trata de una conversación donde expresas tu preferencia, donde dices lo que eliges del amplio abanico de posibilidades que tienes por delante. No existe enojo, ni desespero, ni angustia, ni exigencia, ni llanto, ni nada parecido. Más bien te acompaña una suave sensación de gratitud por tener la posibilidad de ser atendido.

El idioma que utilizamos para comunicarnos con el Universo es el mismo que aprendimos cuando éramos niños al relacionarnos con nuestros padres. Ellos fueron las únicas y más cercanas personas que influyeron en aquellos años de infancia cuando desarrollamos la habilidad de comunicarnos.
Cerciórate de que no estés repitiendo los vicios que tenían al comunicarse entre ellos o al hacerlo contigo.

viernes, 2 de septiembre de 2016

20 Recetas alcalinas – Aumenta tu energía y mantente delgado


¿Sabe que tiene que prestar especial atención a que el pH del cuerpo? ¿No sabe lo que es el pH? En pocas palabras, el pH (potencial de hidrógeno) es lo que revela la acidez o alcalinidad de una solución.

Nuestro cuerpo es ligeramente alcalino. La escala va de 0 a 14. El valor neutro es 7,30 a la 7,45. Si el pH es menor que esto, entonces es ácido. Sin embargo, si el movimiento es de 7,45 es alcalino. Los alimentos que comemos influye totalmente estos resultados. El mundo moderno – industrializada de alimentación, el estrés y la contaminación – empujando nuestro cuerpo a la acidificación, el entorno propicio para las enfermedades.

Es por ello que hay que equilibrar esto con alimentos alcalinos. Trajimos 20 sugerencias recetas alcalinas que ayudarán a mantener el pH equilibrado – esto evitará muchas enfermedades, incluyendo el cáncer. Además, son útiles para proporcionar más energía a su cuerpo. Y atención: Si el pH es demasiado ácido, es más difícil perder peso.


SOPAS

1. Sopa de zanahoria y champiñones: juntos, son ricos en vitaminas del complejo B, hierro, magnesio y calcio.

El hongo, en particular, ayuda a neutralizar el ácido del estómago.

2. Sopa aguacate, la cebolla y la zanahoria rallada: Esta sopa se come frío, es una excelente opción para el verano.

Si desea una dieta alcalina, aguacate no puede faltar en sus comidas diarias.

Es rico en potasio, regula la presión sanguínea y ayuda a nivelar el porcentaje de colesterol en la sangre.

3. Sopa de aguacate, brócoli y castaña: estos son los ingredientes alcalinos y dietéticos, como las verduras de hoja verde.

Broccoli específicamente ayudar a eliminar la acidez de la sangre.

El castaño le da un sabor especial a la sopa.


ENSALADAS

4. Ensalada de aguacate con Ajo: Esta ensalada se puede comer crudo o como una carpeta para los sándwiches o cualquier otro bocado.

El ajo es un exterminador de microorganismos causantes de enfermedades.

5. Ensalada de vegetales verdes: Esta ensalada es maravilloso en el verano.

Combina las verduras verdes, como la lechuga, rúcula, espinaca y apio.

Condimentar con aceite de oliva virgen extra y algunas hierbas frescas, como el tomillo, el orégano y la menta. 6. ensalada de pepino: Esta ensalada es simple, pero contiene una gran cantidad de nutrientes.



Sólo se necesita un pepino fresco, ajo, semillas de sésamo tostadas y aceite de sésamo para la temporada.

7. Ensalada mediterránea: es excelente para una dieta alcalina.

Mezclar la albahaca, aceitunas, cebolla y rúcula y condimentar con aceite de oliva al gusto.

8. Aguacate con pimientos: muy saludable.

Es una opción para sus bocadillos también.


SNACKS

9. Pimienta: Pimienta como aperitivos es una opción muy nutritiva, ya que proporciona pocas calorías y es rica en vitamina C, ácido fólico y beta caroteno.

10. Coliflor: Procesar a los dos ingredientes y tienen una pulpa rica en minerales alcalinos, ricos en fósforo, magnesio, hierro y potasio.

11. Aguacate y salsa de tomate: Una variación del guacamole tradicional, este aperitivo es muy popular entre los jóvenes, que se añaden las patatas cocidas al horno, incluso.

12. Batatas: cocido al vapor o al horno en el plato es una delicia.

13. La quinua con salsa de tomate y albahaca: Tener una dieta alcalina no significa que debe abandonar las masas.

Vuelva a colocar la harina refinada de quinua y salsas preparadas con verduras frescas es una buena opción.

Evitar el consumo de carne roja.

14. Verduras salteadas: Hacer una combinación de verduras frescas que te gusta, con algunas hierbas y semillas de sésamo.

15. Ratatouille: Esta receta clásica de la gastronomía francesa es una preparación altamente alcalino.

16. Patatas dulces, avena y semillas: Se puede amasar trozos de patata y añadir las semillas de calabaza y avena.

Luego hornear con un poco de aceite.


JUGOS Y VITAMINAS

8 REFLEXIONES DE ECKHART TOLLE QUE TE AYUDARÁN A SER MÁS FELIZ


UNA DE LAS VOCES MÁS PROMINENTES DE LA ESPIRITUALIDAD CONTEMPORÁNEA ES UNA BUENA FUENTE DE REFLEXIONES PARA ACERCARNOS A LA FELICIDAD

Si bien la felicidad es un bien que culturalmente nos exigimos, lo cual, como reflexionamos aquí, es algo triste, también es un estado al cual muchos desearíamos llegar (y lo antes posible). En todo caso, y no sin antes recordar que la felicidad es algo que se trabaja y no que sólo se obtiene, existen ciertos hacks mentales o reflexiones que sin duda pueden ayudarnos a cultivar dicho estado y a vivir mejor.

Cuando se trata de reflexiones nutritivas una de las voces más importantes de la última década es Eckhart Tolle, célebre autor del libro El poder del ahora (1999), al cual miles de personas reconocen como una herramienta especialmente valiosa para su desarrollo personal. A lo largo de las últimas 2 décadas este filósofo y pensador alemán se ha consolidado como uno de los "líderes espirituales" de nuestros tiempos.

Y entre las múltiples reflexiones que afloran en su obra o que comparte en sus charlas e intervenciones, hemos elegido ocho que fácilmente podrían inducir esos clics necesarios para acercarte a un estado de mayor plenitud y, por qué no, felicidad:

El ahora

Cuando te haces amigo del momento presente, te sientes como en casa dondequiera que estés. Si no te sientes cómodo en el ahora, te sentirás incómodo dondequiera que vayas.

Los problemas

La verdadera inteligencia actúa silenciosamente. Es en la quietud donde encontramos la creatividad y la solución a los problemas.

La alegría

Las cosas y las condiciones externas pueden darte placer, pero no pueden darte alegría. Nada puede darte alegría. La alegría no tiene causa y surge de adentro como alegría de ser.

La infelicidad

La causa principal de infelicidad nunca es la situación sino tus pensamientos sobre ella.

El amor verdadero

LAS CÉLULAS DEL CUERPO EMITEN LUZ ANTES DE MORIR, IGUAL QUE LAS SUPERNOVAS EN EL ESPACIO


UNO DE LOS DESCUBRIMIENTOS MÁS POÉTICOS DE LA HISTORIA DE LA ANATOMÍA: LAS CÉLULAS SON COMO PEQUEÑAS ESTRELLAS Y AL MORIR INTENSIFICAN SU IRRADIACIÓN DE LUZ

Do not go gentle into that good night.
Rage, rage against the dying of the light.

Dylan Thomas

El científico alemán Fritz Albert Popp, continuando el trabajo de Alexander Gurwitsch, logró comprobar hace más de 3 décadas que los seres humanos (y todo los seres) vivos emiten luz. Popp ha teorizado que estas emisiones de luz ultradébil, a las cuales designó como "biofotones", juegan un papel importante en la comunicación celular, articulando literalmente un lenguaje de luz que interviene en la organización de diferentes funciones. Sus descubrimientos sugieren que el nivel de coherencia de estas emisiones biofotónicas se correlaciona con el nivel de salud de un organismo y ciertas enfermedades pueden identificarse por patrones de emisión caótica, como explicó Popp en una entrevista a la periodista Lynne McTaggart, quien publicó esta información en su libro The Field. Recientemente, según publicó la revista de tecnología del MIT, el científico Sergey Mayburov confirmó que las emisiones biofotónicas intervienen en algún tipo de comunicación celular.

El origen de estos fotones almacenados en las células es altamente poético a la vez que simple y eficaz (en la naturaleza la poesía no está peleada con la economía). Popp cree que las células almacenan fotones del Sol y de los alimentos que consumen --siendo las plantas los organismos que mayor cantidad de emisión biofotónica presentan. En esto coincide con el premio Nobel Albert Szent-Györgyi, quien teorizó que la energía fundamental que llamamos vida es en realidad un circuito eléctrico que une al Sol con todos los organismos de la Tierra. De acuerdo con Szent-Györgyi: "Una célula requiere energía no sólo para realizar todas sus funciones sino para el mantenimiento de su estructura. Sin energía, la vida se extinguiría instantáneamente, y el tejido celular se colapsaría. La fuente de esta energía es la radiación del Sol".

Esta conexión entre la vida y la luz o entre las células y el Sol tiene un elegante detalle "microcósmico", según ha observado Popp. Estudiando diversas enfermedades, Popp y sus colegas descubrieron que cuando una célula está por morir emite una radiación biofotónica cientos de veces mayor a la que despide normalmente, algo que ha sido comparado con la explosiva muerte de las supernovas (estrellas masivas que emiten un enorme resplandor en su colapso gravitacional). Estudiando células bajo estrés Popp ha teorizado que esta emisión anómala de luz es un mecanismo de defensa para restablecer el equilibrio del sistema. Quizás la emisión de luz en las células mortecinas tenga un resultado similar a la explosión de las supernovas que contribuye a enriquecer el medio galáctico al diseminar elementos químicos pesados y formar nuevas estrellas. Ya que nuestro organismo está constantemente renovándose, podemos decir que millones de pequeñas estrellas mueren y nacen cada instante en nuestro cuerpo.

Esta bellísima coincidencia (que quizás no sea una coincidencia, sino la expresión de un mismo principio a diferente escala) nos hace pensar en la más antigua de las filosofías naturales, de la cual en gran medida nació lo que hoy llamamos ciencia y que nos parece tan lejana de este pensamiento de correspondencias. Esto es, la idea de una relación analógica entre el macrocosmos y el microcosmos (como es arriba, es abajo). Para la mayoría de las culturas antiguas, el ser humano y la naturaleza en su conjunto eran una imagen del cielo y los procesos fisiológicos y psicológicos de todos los seres vivos en la Tierra estaban estrechamente vinculados con los procesos cósmicos. Esto es una forma sencilla, pero no por ello menos elegante, de explicar la unidad de todas las cosas. Una misma energía original que se imprime en todas las cosas pero a diferente magnitud.

Los antiguos chinos derivaron su medicina del movimiento creativo del cosmos (el taiji, que es precedido por lo inmanifiesto e ilimitado wuji)... y 3 mil años después esta medicina, que es sobre todo una filosofía, sigue practicándose con efectividad. Se ha sugerido que los "acupuntos" en el cuerpo humano utilizados por la acupuntura guardan cierta relación con las constelaciones en el cielo (el hombre es un pequeño universo). Y, por supuesto, cada una de las cinco estructuras anatómicas fundamentales y sus órganos relacionados están ligados directamente con uno de los cinco planetas.

jueves, 1 de septiembre de 2016

¿Es una utopía el Regreso al Hogar; cuál es nuestro verdadero Hogar (Entrevista a Emilio Carrillo)


Si para "Recordar" quién soy es necesaria la dualidad y para "Olvidarme" es necesario estar en Unidad, en ese AMOR INCONDICIONAL, ¿es una utopía el Regreso al Hogar de manera eterna ya que todo es un proceso cíclico de experimentación (recuerdo-olvido-recuerdo-olvido)? Entonces, si somos impermanentes, si nuestro principio es a la vez nuestro final, si nunca nos quedamos “en casa”, ¿cuál es nuestro verdadero Hogar?

Nuestro verdadero Hogar es el Aquí-Ahora. El Hogar no es un espacio físico, no es un sitio donde tengamos que estar, no es ni siquiera una especie de sentimiento o emoción. El Hogar es el momento presente. ¿Por qué? Porque el momento presente es la vida. El pasado no es la vida. Lo fue cuando fue presente, pero ya no lo es. El futuro… ni siquiera alguna vez ha sido real. La Vida es nuestro Hogar. Es elemental, pero desde la mente esto te tambalea. La vida es vivir viviendo el momento presente.

La gente empieza a hablar contigo y mantienes una conversación con ella, pero te das cuenta que, de pronto, esa persona se ha ido. Hay un momento de la conversación que ya no está ahí. Sí, está ahí aparentemente, pero no lo está porque alguna cosa que has compartido le ha llevado mentalmente a un recuerdo de “no sé qué” y ese pensamiento la ha situado en otro lugar. Y tú, estando delante, te has convertido en invisible para ella.

La gente va por la calle y sí, está aparentemente en la calle, pero es sencillo darte cuenta que no lo están. Las personas cuando pasean, por cualquier plaza, por cualquier calle de cualquier ciudad, están ausentes, sumidas en sus pensamientos, en otro lugar. Nada más que hay que mirarlas a los ojos. Esas personas no están ahí. Vete a saber dónde están: en el trabajo, peleándose con la pareja… No están ahí.

Esto es totalmente absurdo. Lo consideramos normal cuando no lo es. Es frecuente, pero no es normal. Hay cosas frecuentes que son profundamente anormales; y hay cosas normales que son muy infrecuentes. Vivir en ese mundo absurdo de la mente, de estos vaivenes que acabo de comentar, es frecuente, pero profundamente anormal. El Aquí y Ahora es la vida.

Entonces, cuando la gente me habla del Hogar, del Amor, de “no sé qué”, de “no sé cuanto”… ¡Vive, vive! Es la vida. ¿Qué es lo que somos? ¿Tú qué eres? ¿Yo qué soy? Ese conductor al que hago referencia lo podemos llamar de muchas formas: consciencia, espíritu, alma, amor, energía. Pero, realmente, ¿qué es, más allá de los nombres que le queramos dar? Es Vida: vivo, existo, soy.

El Aquí-Ahora, el momento presente, tiene dos dimensiones: la dimensión que podemos denominar superficial y la dimensión que podemos llamar subyacente. La dimensión superficial del momento presente es aquella parte del momento presente que va cambiando de momento en momento. Tú y yo llevamos ya una hora aproximadamente hablando y de momento en momento han ido cambiando las cosas: mi postura, la mano, el movimiento de cabeza, las palabras que he utilizado, tu movimiento… Sin embargo, el momento presente tiene una dimensión subyacente: aquello que de momento en momento no cambia, aquello que es inmutable, aquello que no varía, aquello que era, es y sigue siendo igual de momento en momento. Aquello que cuando tú y yo nos sentamos a iniciar la conversación estaba ahí y de momento en momento sigue estando sin cambio. Y cuando terminemos esta conversación y cerremos Skype, seguirá estando.

Y la pregunta que hace la mente es: ‘¿Y qué es eso que no cambia? ¿Qué es eso que permanece inmutable? ¿Cuál es el contenido de la dimensión subyacente del momento presente?’. 

Muy sencillo. El hecho de que yo vivo. Yo vivía y existía cuando comenzamos esta conversación. Yo vivo y existo en cada momento que se ha ido desplegando nuestra conversación. Ahora, en este momento presente, vivo, existo, soy. Y cuando terminemos, vivo, existo, soy. Y, además, como la muerte es un imposible porque es el coche “el que muere”, pero el conductor nunca muere, eso significa que por los siglos de los siglos Yo Soy: vivo, existo, soy... fuera del tiempo y del espacio. En cada momento, eso no cambia. La dimensión superficial sí, cambia mucho. Pero Yo no.

Cuando percibimos esto, podemos percatarnos igualmente de lo siguiente. Cuando te das cuenta de que Tú Eres, que Yo Soy y sigo siendo de momento en momento, te percatas de un hecho que a la mente la distorsiona tremendamente. Y es que la vida existe porque yo existo. Si yo no existiera, tú no existirías. Si yo no existiera, los demás no existirían. Si yo no existiera, la vida no existiría. Ante esto, ¿qué es lo que nos dice la mente?: ‘No Emilio, no. Estás equivocado. Si tú no existes, el mundo continúa existiendo. Si tú no existes, la vida sigue’. Pues no. Eso es una falacia mental. Si yo no existo, tú has dejado de existir. Te has diluido. Tu presunta existencia es un juego mental. Si yo dejara de existir, la vida entera dejaría de existir conmigo. Mi existencia es infinita y eterna.

En los textos antiguos, por ejemplo en la Biblia cristiana, a la divinidad se le asocia al Yo Soy. Y muchas corrientes conscienciales más recientes (Saint Germain, por ejemplo) insistieron mucho en el Yo Soy. Esto es el Yo Soy. El Yo Soy es percatarte de lo que tú eres, de que existes, de que vives, de que tú eres la vida. Y la vida está en el momento presente, en el Aquí-Ahora. No está en el antes, ni en el después. Éste es tu Hogar. Y tú y yo, Aquí-Ahora, estamos compartiendo esta charla por Skype encarnados en seres humanos. Éste es nuestro Hogar: el aquí-ahora, la vida. No hay otro Hogar. No hay un sitio donde ir, al que llegar.

Por supuesto que de momento en momento, tú y yo, que no cambiaremos nunca (vivo, existo, soy), estaremos en muchos sitios. Y hemos estado en muchísimos sitios. Y en otros mundos, en otros planos... Pero ahora la vida es ésta. Puede ser incluso que seamos multidimensionales, pero tú y yo ahora la consciencia que tenemos es de este momento aquí y ahora. Y éste es nuestro Hogar. Este espacio sagrado de libertad. Este sitio que está siempre leno de Amor y donde puedo moverme en libertad y decidir y modular (salvo que los sistemas de creencias y los viajes mentales por el tiempo me tengan aturdido) la frecuencia vibracional de las actitudes con las que vivo las experiencias cotidianas y las acciones que derivan de esas actitudes.

Una persona que ha profundizado mucho en la práctica del Aquí y Ahora es Eckhart Tolle. Voy a utilizar dos palabras que, a modo de mantra, se pueden tomar de la obra de Tolle para no olvidar lo que estamos compartiendo, para que esté presente en tu vida. Y son dos palabras muy sencillas traducidas al castellano: alerta y espacio.

¿Qué es eso de alerta? 

No olvidar lo que eres. No olvidar que existes. No olvidar el Yo Soy. Eso es estar alerta. En tu vida pasan cosas. Unas, tu mente las califica de placenteras. Otras, de turbulencias. Vale, ahí están. Incluso en tu cuerpo físico puede aparecer la enfermedad, el dolor o el placer. Eso va a ir mutando. Eso va a ir cambiando. De momento en momento va a haber cambios.

¿Qué es lo que no cambia? 

Tomando la responsabilidad de los cambios



¿Cómo se cambian entonces las realidades a nivel macro? Muy sencillo, a partir del concepto de masa crítica, es decir, que cuando un cierto número de personas cambian sus realidades personales, y suman la energía y consciencia necesaria para cambiar la realidad consensuada, partiendo de un cambio en el inconsciente colectivo de la humanidad.

¿Porqué tenemos que hacer este cambio de realidad entre todos y no puede hacerlo una sola persona que consiga destapar todo su potencial y hacer el trabajo por los demás? Es decir, si vivimos en una realidad que es totalmente modificable y manipulable a partir del potencial de nuestra mónada, ¿no sería suficiente que una sola de ellas hiciera el trabajo a través de una sola persona que la lograra manifestar en su totalidad?

Cuestión de crecimiento y aprendizaje

A nadie que llega a los niveles evolutivos necesarios para poder modificar y aplicar todo su potencial sin restricciones a la modificación instantánea de su realidad personal se le escapa el enorme trabajo de crecimiento interior y transformación personal que esto representa y requiere, y la enorme responsabilidad que se adquiere, para con el resto, cuando eso sucede. Esto, de una forma u otra, es una escuela, donde todos estamos por decisión propia matriculados, ya que fue una decisión consciente de aquello que somos realmente estar donde estamos ahora. De esa misma manera, si uno llega a esos niveles de consciencia donde te das cuenta de esto, también te das cuenta que no puedes cambiar las reglas consensuadas y aceptadas del decorado y del holograma, pues son las que permiten a otros tener los detonantes y catalizadores necesarios para alcanzar ese mismo estadio de crecimiento al que tu has llegado.

Todos los que estamos encarnando en la Tierra en estos momentos (o lo han estado en otros), podemos tener acceso a la visión que tiene nuestro Yo Superior o estratos superiores de cada uno sobre cómo es el “juego” en el que nos metemos. Está diseñado de esa forma para que el tablero en el cual experimentamos la vida sea lo más eficiente posible. Lo que percibimos como control, negatividad, crisis, problemas, son, desde otros niveles más elevados, oportunidades. A medida que avanza el tiempo lineal y se acercan posibilidades de “cambio evolutivo”, se requiere que, el nivel de dificultad, para muchos, se incremente. Eso se manifiesta en realidades, para algunos, más duras. Pero, desde puntos de vista más allá de la personalidad, todo es una proyección holocuántica creada por todos nosotros, increíblemente complicada, multinivel y multidimensional, en la cual obtenemos todo lo que necesitamos para poder trascender este ciclo. En general, no se puede permitir que cambien mucho las reglas del juego, si no las cambiamos entre todos, pues son estas precisamente las que nos hacen evolucionar con extrema rapidez.

Todo tiene una razón de ser

Precisamente el hecho de que el mundo en el que encarnamos esté tan controlado y manipulado, es lo que permite que podamos parametrizar nuestras vidas con lecciones sobre solidaridad, compañerismo, ayuda incondicional, tolerancia, amor, comprensión, serenidad, paciencia, empatía, etc. De lo contrario seria imposible imponer este tipo de aprendizaje si no hubiera piezas en el tablero, a todos los niveles, que permitieran crear las circunstancias para que esas lecciones y aprendizajes tuvieran lugar.

Aun así, tenemos todos plena libertad para crear la realidad personal e individual que deseamos, de ahí todo lo que os he explicado en los dos artículos anteriores sobre el potencial que tenemos latente y la realidad consensuada. El tablero de juego tiene unas normas, pero quien no desea verse afectado por ellas no lo es cuando llega al nivel evolutivo y de consciencia en el que las entiende, en los diferentes niveles multidimensionales en los que estas normas aplican, por lo tanto, a partir de ahí, pocas  manipulaciones del tipo que sea llegan a influirle o a crear disrupciones importantes en su existencia, si esa persona es capaz de trascenderlas tras haber comprendido su finalidad. Todo depende del nivel de conciencia y comprensión de la realidad que desarrolle cada persona gracias a su propio esfuerzo y procesos de alquimia interior.

¿Ayuda externa?

El cariño


El cariño es una energía muy poderosa que se genera y se transmite a través de seres vivos. Es calidez, reconfortamiento, alimento del alma. Es la dimensión refinada del amor.
Se genera en la cercanía, en la proximidad, pero también se puede reconocer en la lejanía, en la distancia, porque su poder es palpable y familiar. El cariño es la dosificación de un amor expansivo llevado a la práctica. Convierte cualquier tipo de relación, o interactuación, en una atmósfera agradable y acogedora.
Es una esfera donde no gobiernan las emociones negativas o los sentimientos generados por el odio o el rencor. Nace de la claridad mental y de un corazón distendido y no contraído. Es la comunicación de seres más elocuente, donde su profundidad alcanza grados de comprensión lejos de razonamientos y lógicas aplastantes.

En ausencia de cariño se marchita el espíritu, el mundo deja de ser un hogar y la desconfianza puede comenzar a brotar. El cariño es la lumbre que derrite el frío constante al relacionarnos, propulsa el ánimo y enciende un sentimiento de unicidad que elimina asperezas y roces. Es la primera comunicación directa de una madre con su hijo, la manera de entenderse una enfermera con sus pacientes, el empuje de un maestro para transmitir a sus alumnos, los signos de muestra de un animal con su dueño, la energía que siente una planta al ser regada con cariño.
El cariño es la señal de sentirnos queridos y considerados noble y sanamente. Se evapora el temor, se esfuman los miedos. En darlo ya lo estamos recibiendo, siempre y cuando sea de corazón y no por exposición, porque nos colma, nos satura de una cualidad especial en donde dejamos a un lado las diferencias para fundirnos en un plano emocional que nos completa e integra.
cariño 1
El cariño encuentra muchas vías para manifestarse. Desde el afecto, la caricia, un silencio expresivo o un inminente abrazo. Pero ni todo el mundo está preparado para mostrarlo, ni todo el mundo está capacitado para recibirlo. En el momento en que transmitimos cariño el mundo se detiene, la mente se silencia y erupciona dentro de nosotros una rebosante sensación de plenitud que queremos hacer llegar y compartir.
En la entrega de cariño no todo son gestos afectuosos, también hay cabida para las restricciones, las negativas y las muestras de firmeza con carácter constructivo, porque a veces es el canal en el que podemos hacer llegar un cariño arropado de vestiduras que reconduzcan una situación.
Mostrar cariño no es signo de debilidad, como tampoco lo es saber reconocerlo y valorarlo. El cariño mostrado es una extensión de nuestro bienestar emocional, una irradiación de nuestra esencia más cercana y benévola, la propagación de una llama de nuestra hoguera interior. Si nuestro corazón está cristalizado, no somos ni huésped ni anfitrión del cariño. Si estamos acorazados de miedo y temor, no estamos capacitados para abrir nuestros brazos, y menos aún, recibir o dar un abrazo.
El cariño debería de ser nuestro principal lenguaje a la hora de entendernos con nuestro entorno. En lo que decimos, las maneras, los gestos… Todo puede estar rociado de cariño, endulzado de esta cualidad que no tiene mayor misterio que el de transmitir lo mejor de nosotros a todo ser y criatura que, al igual que nosotros, desea y anhela sentirse querido, añorado y envuelto bajo el manto del cariño.