martes, 27 de junio de 2017

De los dioses que se aferran al inconsciente colectivo


Dejamos de lado de momento todo el proceso que hemos estado explicando de cómo potenciar la conexión con nuestro ser, Yo Superior, etc., esperando que, poco a poco, aquellas personas que lo vayan trabajando sean capaces de establecer, aunque sea de forma esporádica, la suficiente conexión directa y consciente para ir viendo cómo esa parte más elevada de todos y cada uno de nosotros puede guiarnos y hacernos caminar por los senderos que cada uno debe recorrer de la forma más adecuada y alineada con la hoja de ruta que tengamos.

Puesto que lo anterior es un proceso que depende del trabajo interior, y conociendo lo que debe suceder, ya no tiene sentido estar repitiéndolo una y otra vez, pues aunque los procesos y rutinas de la psique, y el programa ego van a tratar de que todo lo anterior no se lleve a cabo, el simple hecho de que todo lo que se ha explicado ya esté imbuido en alguna parte de nosotros bastará para que, desde dentro, puedan irse dando los pequeños cambios que llevarán a conseguir ese enlace mente consciente-ser y se detonen más fácilmente, por ser comprendidos a nivel consciente, las experiencias y vivencias necesarias para completar lo que cada uno tenga que completar.


Que sucede en el inconsciente colectivo

Nuestro siguiente objetivo es explicar porqué debemos hacer estos cambios mencionados y porqué nos centramos en ellos, ya que están relacionados con los movimientos que han de darse en el inconsciente colectivo del que ya hemos hablado muchas veces. A este respecto, os decía en el anterior artículo:

el inconsciente colectivo se nutre de las proyecciones de todos nosotros, y de ahí nace la realidad consensuada en la que vivimos, teniendo en cuenta que, además, contiene las formas mentales provenientes de las manipulaciones que insertan aquellos en el poder, para que pensemos en ciertas direcciones o tengamos ciertas ideas sobre ciertos temas.

La razón principal por la que no tenemos aun el potencial de librarnos de las grandes razas que gestionan el sistema de vida en nuestro planeta es que tienen un agarre brutal y profundo sobre este inconsciente colectivo. Debido a que hay muchas personas, sabiéndolo y sin saberlo, que están conectando, llamando, vibrando, o pidiendo ayuda a diferentes formas, energías, egregores, “dioses”, etc., creadas por estas razas, estamos sosteniendo, sin ser conscientes de ello, el permiso que les hemos dado, desde la antigüedad, para que puedan mantenerse en control.

Básicamente, cualquiera de estos Dracos, mantids, Anunnakis y demás dicen algo así como “no podéis echarnos porque hay muchas personas que siguen clamando nuestra ayuda”, mientras que en el otro bando dicen “si, pero esas personas no saben que están clamando la ayuda de aquellos que les someten y manipulan, y que están siguiendo engañadas para que os permitan estar aquí”.

Básicamente, ya os podéis imaginar que las peticiones de ayuda o de conexión que se les hacen están imbuidas en la mayoría de religiones, sistemas de creencias, plegarias y ritos del planeta, donde, al solicitar asistencia de un Yahvé y sus derivados, de un dios tal, o de un dios pascual, no hacemos más que pedir que sigan conectados y presentes en nuestro sistema de creencias aquellos que en su día se hicieron pasar por esos dioses arquetípicos, lo cual les proporciona ese agarre que os comentaba directamente a la parte central del inconsciente colectivo, desde donde se gestionan los arquetipos más importantes que el ser humano usa para la proyección de la realidad consensuada y general.


Una limpieza a cuenta gotas


Es por esta razón que limpiar el inconsciente colectivo de nuestra especie se hace tarea titánica, y solo lo vamos consiguiendo a cuentagotas, sumando poco a poco, conocimiento y consciencia al porqué de la situación planetaria y de porqué cuesta tanto “deshacerse” de los que frenan este camino de crecimiento que estamos intentando transitar. Ahora mismo, ninguno de nosotros podemos desmontar estos ritos, religiones, plegarias y peticiones que millones de personas en el mundo hacen a diario, pero si que podemos ir siendo conscientes poco a poco de lo que significan estas peticiones a todo aquello que no sea nuestro propio ser, nuestro propio Yo Superior, nuestra propia “chispa divina” interior.

La ayuda que se necesita, se solicita “hacia dentro”, hacia la Fuente y la “divinidad” presente en nosotros mismos, ya que es el canal directo hacia los recursos, conocimientos y herramientas que cada uno precisa. Cuando se solicita hacia afuera, la llamada la responde aquello que está más acorde a la vibración de la persona, lo cual a veces no es del todo lo que está alineado con su bien mayor, ni con la vibración-consciencia-ser que la persona cree que va a responder. Como todo, forma parte de lo que nos han enseñado a hacer, buscar todo fuera, y pedir ayuda siempre fuera, y hemos de hacernos conscientes que sigue siendo necesario hacer lo contrario, trabajar desde dentro, pues no hay nadie que no tenga un canal directo con cualquier fuerza alineada con los poderes más elevados de la luz, amor y verdad, si lo hace desde la parte suya que es pura luz, amor y verdad.

Seguiremos imbuyendo todo este conocimiento en la psique común, y seguiremos tratando de darnos cuenta de lo que proyectamos con lo que pedimos, pensamos y solicitamos. En algún momento, conseguiremos que el amarre del sistema de control a nuestro inconsciente colectivo se debilite, se suelte y se disipe, haciendo más fácil entonces poder reducir el poder de manipulación que aun tiene sobre nosotros, a través de nuestro inconsciente y subconsciente. Luego, los siguientes pasos ya vendrán por si solos a su debido tiempo.



http://davidtopi.com/de-los-dioses-que-se-aferran-al-inconsciente-colectivo/

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